Justo en ese preciso momento comprendió que todo podía ser mucho más sencillo. Las cosas podían ser tan simples o tan complicadas como a él se le antojase.
El disparo lo puso todo en su sitio. Le abrió los ojos. Por fin comprendía como funcionaba todo.
Sentía que tenía el control absoluto de su vida. Tomó las riendas.
Ahora ya si que no tenía excusas para ser feliz. Tenía la solución.
Aquella bala le había dado la solución.

Después le quitó la vida.