Se acabaron las vacaciones y mira tú por donde que por una vez en la vida casi hasta me he alegrado. El no tener planes me frustra tanto o mas como tenerlos y no llevarlos a cabo.

Pero si hay algo aún mejor que el simple hecho de tener planes es tenerlos porque si, sin ningún motivo concreto. Aunque... este fin de semana nos vamos a una casa rural y el motivo es... desestresarnos! Necesitamos quitarnos el estrés que nos ha provocado buscar casa rural. Todo súper lleno... La gente no tiene casa o qué?

Ah! Ya he recuperado mi coche. Las bujías y unos cablecitos... total, un gran vacío para mi bolsillo. Lo positivo de todo ello (a parte de recuperar la comodidad de tener coche y esas cosas) que le he echado en falta y me he dado cuenta de que le tengo mucho más cariño de lo que pensaba.

En fin... me gusta volver a la normalidad para poder hacer cosas “anormales” y romper la rutina. Y esta vez la vuelta a la normalidad implica volver a la vida sana, intentar estudiar más en serio y comenzar a hacer ejercicio. Me siento de maravilla... ups! primer golpe a la normalidad.

Mi coche hizo ¡plof! , así empezaban las vacaciones, con un viaje en grúa por la ciudad dirección el taller mecánico.
Odio la Semana Santa, me parece todo muy triste y aburrido, hasta la programación de la tele es peor que nunca! Y este año la odio todavía más.